En la vida todo tiene un costo. Vivir bien requiere adquirir bienes y servicios que nos permiten satisfacer nuestras necesidades. Para que los recursos financieros con los que contamos alcancen, se requiere una eficaz distribución de nuestros ingresos. Con ella, podremos destinar las cantidades adecuadas para cubrir necesidades básicas, gastos personales, ocio y ahorro. Planear la distribución de los ingresos nos permite vivir de manera cómoda, tranquila y en paz. Sin embargo, no todos saben cómo hacerlo. Es entonces cuando realizan gastos que exceden su sueldo o se llenan de crecientes deudas e intereses. Estas situaciones cargan su vida de ansiedad e intranquilidad. En el fondo, la buena distribución de los ingresos no es más que el resultado de nuestras decisiones. Por ello, te presentamos cinco consejos que te ayudarán a lograr una sana distribución de los ingresos. 1. No gastar más de lo que ganasLa lógica de la distribuir adecuadamente los ingresos se basa en no gastar más de lo que uno gana. Esto no quiere decir que no gastes el dinero, sino que comprendas que tu capacidad adquisitiva tiene límites. Cuando estos límites se cruzan, los problemas financieros inician. Un indicador de que gastas de más es que sólo puedas pagar el mínimo de tu tarjeta de crédito. Además, si no liquidas el total de tu saldo al corte, se te cobrarán intereses que sólo incrementarán tu deuda. Una situación todavía peor es cuando tomas un préstamo de una tarjeta para hacer el pago de otra. En estos casos, la herramienta que te puede ayudar a evitar gastar de mas es realizar un presupuesto 2. Ahorrar una parte de tu sueldoPara ahorrar, es necesario que no destines el total de tu sueldo a satisfacer tus necesidades básicas. Se recomienda utilizar sólo el 50% para tu gasto regular, como renta, ropa, comida y transporte. Después, puede destinarse 10% al ocio, 10% a educación, 10% a proyectos personales, 10% al ahorro y 5% a imprevistos. El restante 5% puedes usarlo a conveniencia: incrementar tu ahorro, darte un lujo, donar a una institución legalmente establecida, etcétera. Ahora bien, la razón principal por la cual la gente no ahorra suelen ser las deudas. Si las tienes, ¡liquídalas tan pronto como puedas! Establece un plazo para hacerlo y cúmplelo con disciplina. Tal vez deberás privarte de algunas cuestiones secundarias por un tiempo, pero valdrá la pena tu tranquilidad. Ante todo, debes comprender que ahorrar no es sinónimo de privación, sino de disfrutar de la vida sin endeudarte. Si deseas irte de fiesta, recurre a tu fondo para diversión y no gastes más de lo que tienes allí. Esto te permitirá disfrutar de las cosas que te gustan sin gastar de más. Si deseas vacacionar por Europa, acumula en tu fondo de proyectos personales y viaja hasta que alcances lo suficiente. 3. Mantente pendiente de las fechas de pagoA veces, nuestro rápido ritmo de vida no nos permite recordar las fechas importantes, incluidas las de pago. Si se tienen múltiples pagos periódicos, depender completamente de la memoria puede ser inconveniente. Por ello, es recomendable registrarlas para no incurrir en intereses innecesarios. Una buena idea es registrarlas en el calendario del teléfono y activar una alarma. Otra opción es domiciliar los cobros por cargo directo a una tarjeta de crédito que también te genere puntos. 4. Contar con un fondo de dinero para imprevistosLos imprevistos ocurren más seguido de lo que uno quisiera. Un signo de que distribuyes mal tus ingresos es gastar todos tus ahorros cada vez que tienes una emergencia. Lo ideal sería que cada fondo permanezca intacto para que el fin al que fue destinado originalmente. Por ello, es importante contar con un apartado específico para solventar gastos no planeados. De lo contrario, te puedes descapitalizar o adquirir deudas con altos intereses. Para formar tu fondo de imprevistos, se recomienda iniciar destinando al menos el 5% de tu ingreso. Una vez que acumules el equivalente a seis meses de tu sueldo, podrás destinar ese 5% a otra cosa. Si recibes un aumento de sueldo, deberás aumentar tu fondo para contingencias también. 5. Comprar sólo lo indispensable: ¡di no al consumismo!Es importante establecer distinguir nuestras necesidades de otros gastos que, simplemente, no lo son. Si vas al supermercado y terminas comprando lo que no estaba en tu lista, necesitas aprender a priorizar. Esto no significa que no nos demos un lujo, sino que lo hagamos sólo si ya solventamos lo básico. En síntesis, hay que saber de cuánto disponemos y diferenciar aquello que nos es indispensable de lo que no.
Estas cinco simples acciones son el inicio para una eficaz distribución de los ingresos. En todo caso, te recomendamos tomarte un tiempo para hacer números y planear la distribución de tus ingresos. Para esto, puedes llevar un registro escrito o elaborar una hoja de cálculo sencilla en la computadora. También hay aplicaciones para celular gratuitas que cuentan con interesantes funciones para planear e ir llevando registro de tus gastos. Los comentarios están cerrados.
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